HERBA



                                  Hermanos Hernández Barrera: HERBA

No es posible referirse a la industria arrocera sevillana sin hablar de Arrocerías Herba, empresa que se estableció en nuestra zona hace ya más de cuatro décadas. El origen de la compañía se remonta a 1911, cuando Antonio Hernández Villar creó en la localidad soriana de Olvega una pequeña empresa alimentaria. Cuarenta años después inauguró su primer molino de arroz en el pueblo riojano de Calahorra, pero la climatología jugó en contra, y en 1961 el negocio fue trasladado a las marismas sevillanas. Sus cuatro hijos (Felix, Telesforo, Antonio y Elías) tomaron las riendas del negocio familiar y se lanzaron a la conquista de Europa, después de haber conseguido ser líderes en la exportación del arroz en las Marismas del Guadalquivir, habiendo exportado en los últimos 40 años más del 80% del arroz español.
Por aquellas fechas, ampliaron sus enclaves productivos a Tarragona, Valencia y Extremadura. Paralelamente, la familia Hernández daba un paso adelante en la introducción de marcas (La Cigala la Fallera, Brillante y Nomen), en primera línea de mercado.
En las marismas, establecieron su casa matriz en San Juan de Aznalfarache (Sevilla), contando ya a principios de los noventa con tres factorías en Sevilla, que producían 340.000 Tm al año y facturaban 40.000 millones de ptas.
            Sin embargo, como apuntábamos, esto no ha sido siempre así, pues si bien ha dominado la industrialización arrocera de la zona, no la ha monopolizado invariablemente. Si nos remontamos a comienzos de la década de los ochenta, encontramos con que de los 67 molinos arroceros que permanecían en activo en España –localizados en doce provincias- en Sevilla estaban ubicados siete, oscilando sus capacidades entre 800 y 8.000 kg/hora, existiendo sólo uno con capacidad teórica de 8.000 kg/hora, y en la totalidad de las industrias se daba una capacidad en Tm/hora de 860, como se observa en el cuadro sobre las Industrias arroceras sevillanas y su capacidad para 1982.
          Dentro de ellos habría que distinguir tres grupos:
             - Una empresa que controlaba casi el 60% de la producción y que llevaba a cabo tráfico de perfeccionamiento, consistente en importar arroz cargo y elaborarlo totalmente para exportarlo de nuevo.
                                                                      
             - Otras dos, de menor volumen, que controlaban aproximadamente el 20% de la producción.
             - Cuatro molinos arroceros que no manejaban los volúmenes anteriores, pero que al trabajar de forma artesanal sus productos tenían marcas, basadas especialmente en la elaboración de arroz de tipos largos o semilargos.

Industrias arroceras sevillanas y capacidad (1982)    
                        
Nombre de la Industria     Capacidad (Tm/h arroz cáscara)                  
Grupo Herba (4 molinos)                    468
COTEMSA                                           96
Productos Coral, S.A.                           96
Arrocería Sevillana, S.A.                      50
Arrocerías San Martín, S.A.                 64
Coop. Arrocera “El Cisne”                   38
Javier Guardiola                                    48
                                     Total            860
Fte.: ICA e Industrias Arroceras.
Elaboración: Propia

            Sin embargo, el punto de inflexión en la vida de HERBA llegó en 1986, con la incorporación de España a la Comunidad Europea. Comenzaba la internacionalización de Arrocerías Herba, que hoy en día está presente con sus industrias de primera fila en Portugal, Italia, Reino Unido, Francia y Bélgica  -que detallaremos más adelante- dando empleo a más de 1.000 personas y ocupando la primera posición en la Unión Europea.         
Entre 1983 y 1991 Arrocerías Herba, S.A. ha intervenido las restantes empresas del sector (COTEMSA, Arrocería Sevillana, S.A., Arrocerías San Martín, S.A., Productos Coral, S.A.),y, a partir de 1989, ella misma llegó a ocupar un lugar en el  grupo financiero (K.I.O.). Gran parte de la producción de arroz índica comenzó a ser exportada por Herba a los mercados comunitarios, en algunos países (Reino Unido, Alemania y Países Bajos) sus clientes eran empresas elaboradoras de arroz para marcas blancas de grandes superficies comerciales, que fueron absorbidas por la empresa de San Juan de Aznalfarache.
 A principios de los noventa, su capacidad productiva era ya de 200.000 Tm/año, a la que si le sumamos la filial de Coria del Río –capacitada para producir 80.000 toneladas- y las 60.000 de COTEMSA, potente industria ubicada en Las Cabezas de San Juan -y de la que Herba poseía el 75% del capital-, el resultado final de este potente grupo se iba a unas 340.000 Tm/año, alcanzando actualmente las 450.000.
            Hoy sólo quedan dos: Herba, con dos molinos (En San Juan de Aznalfarache y Coria del Río) y S.O.S., que le compró a Javier Guardiola, en Los Palacios.
            La expansión de Herba en los años noventa fue extraordinaria, llegando a convertirse en la firma más potente de Europa y alcanzando una facturación que superó los 40.000 millones de pesetas.
            Las otras empresas arroceras que producían en nuestra provincia tenían unas dimensiones sensiblemente inferiores –como ya hemos visto-, aunque algunas mantenían significativas cuotas de mercado. Entre éstas podemos destacar Productos Coral, con factoría en Isla Mayor, y que ya producía, a principios de los noventa, 30.000 Tm. de arroz blanco, y facturaba 3.200 millones de ptas. De esos montantes, las dos terceras partes se conseguían desde sus instalaciones sevillanas.
            Productos Coral, cuya marca más vendida era “La Fallera”, se estableció hace veinticinco años en Isla Mayor, elaborando arroz de las variedades índica y japónica procedentes de todas las zonas productivas de España, y se destinaba casi exclusivamente al mercado nacional, siendo su cuota de mercado importante, pasando del 10%.
Arrocerías Herba, que ya era la empresa más potente en el ámbito nacional, dio un paso de gigante a finales de los ochenta, haciéndose con el control de casi la mitad del mercado de arroz de la CEE. El salto cuantitativo lo inició en el año 1989, cuando el grupo Ebro Agrícola se hizo con el 60% de las acciones de Herba, quedando el 40% restante en manos de Hisparroz, perteneciente a los hermanos Hernández Barrera.
            Ebro Agrícola, controlado por KIO (Kuwait Investiment Office), era por aquellas fechas el primer grupo azucarero de España y el segundo del sector alimenticio, teniendo en esta segunda vertiente, la familia Hernández Barrera el 4% del accionariado.
            La fusión entre Herba y Ebro supuso para esta última su definitiva consolidación   como la gran multinacional del sector en Europa y propició inversiones en nuestro suelo superiores a los 4.000 millones de ptas.
La política expansionista del grupo Herba le llevó a comprar otras plantas industriales en las principales zonas arroceras. Así se hizo de factorías en Valencia y Tarragona (cada una con capacidad de producción de 60.000 Tm. anuales) y una más pequeña en Badajoz, con 10.000 Tm.
Con las nuevas factorías, Herba incrementó las labores de investigación y recompuso su estrategia, sabedora de que España era excedentaria en los arroces llamados de “grano corto” y de que la demanda europea se estaba decantando por la índica o de “grano largo”, variedad que hasta entonces comercializaban casi sin competencia los EEUU.
            Pero el grupo se mostró enormemente agresivo en cuanto a la exportación se refiere, y ya a comienzos de la década de los setenta inició sus primeras exportaciones a los países nórdicos, a Chile, Santo Domingo, Israel, Líbano y Portugal, entre otros, apoyando la apertura de esos  nuevos mercados con diferentes campañas de promoción. La marca que inició esa incursión fue “La Cigala”.
Herba controló durante varios años las exportaciones de arroz español, con un volumen de ventas al exterior superior al 90%. Esta experiencia fue la que hizo que apostara sin reservas por el cambio de cultivo del tipo japónica al grano índica, un arroz de mayor consumo en los países de la CEE, y para ganar presencia en estos mercados, creó la marca “Brillante”. El siguiente paso fue hacerse en 1985 con la empresa portuguesa “Arrocerías Mundiarroz”, en Coruche, desde donde controlaba el 30% de las ventas en ese país, con una producción de 40.000 Tm. y una facturación de 4.000 millones de ptas.
El mayor salto hacia delante, sin embargo, aún estaba por llegar con la entrada de Ebro Agrícola en 1989.
Las cifras, a partir de entonces, son una clara muestra del espectacular crecimiento de Herba y hablan por sí solas. Su facturación fue de 10.000 millones de ptas. en 1988; las ventas de "La Cigala" y "Brillante" sumaron 12.000 millones en 1989, ascendiendo a los 21.000 en el 90 –ya con KIO-Ebro dentro del grupo-, apuntando en los años posteriores un volumen de negocios superior a los 60.000 millones.
Tras las fuertes inversiones realizadas durante 1990, el grupo arrocero Herba se consolida como una de las empresas más importantes del sector en el mundo, llegando a controlar la mitad de comercio del arroz en Europa y buscando nuevos mercados en los Países del Este y en los del Norte de Africa.
En el Viejo Continente su hegemonía comienza a hacerse envidiable tras adquirir parcial o totalmente empresas muy significativas. En Gran Bretaña llega a controlar el 60% de la firma Joseph Heans & Sons, con una producción de 40.000 Tm en 1991 y ventas por valor de 3.500 millones de ptas. En Francia adquirió Riceries Franco-Americaines y llegó a contar con el 60% de Interco. Al igual que la firma inglesa, estas dos francesas mantienen una cuota inferior de mercado del 25%, pero sumaban una facturación de 6.000 millones de ptas.
En 1991 también llegó Herba a Bélgica, país con una gran tradición arrocera, haciéndose con el 51% de Boost Distribution, que en esa fecha tuvo una producción de 100.000 Tm y una facturación de 11.000 millones.
En esa fase final de expansión, el grupo entra en el mercado italiano, que es el primer consumidor europeo y cuya producción está muy por encima de la española comprando el 51% de Risi Ravenna, perteneciente al grupo Ferruzzi, que controlaba la mitad del mercado del arroz en el país, y con el que facturó -en el 2000- 16.000 millones de ptas.
Se hizo, además, con los activos de la holandesa Ouderkerk y potenció su filial portuguesa. También mantuvo una sucursal en las Antillas Holandesas, Rice Herba Internacional, dedicada al comercio mundial de este cereal. En España, el grupo llegó a tener participaciones en Nomen Productos Alimenticios (25%) y en Arrocerías Sevillanas (20,4%), además de tener la mayoría en COTEMSA y Agrinco y Arrocerías San Martín (100%).
El grupo Herba, que tuvo una capacidad de elaboración y envasado del 100% de la producción española del arroz, además de garantizar el consumo nacional, exportó marcas a más de cincuenta países, con una facturación exterior de 7.000 millones de pesetas, que lo convirtieron en uno de los diez primeros países exportadores del sector de la alimentación.
Sin embargo, uno de los mayores logros de Herba – la estrategia básica para su desarrollo- fue el de introducir en los mercados europeos arroz del tipo índica de grano largo, propios de Asia y EEUU, que siguen siendo muy apreciados en los países de la UE. Al ser Europa excedentaria en el arroz de tipo japónico –grano redondo que suele realizarse para platos elaborados, como la paella- y deficitaria en el tipo índico –que suele utilizarse para arroces blancos o como guarnición-, y del que tenía que importar unas 258.000 toneladas anuales, la compañía optó por reconvertir los cultivos andaluces a este nuevo tipo.
La nueva variedad se aclimató perfectamente a los campos andaluces, recolectándose 200.000 toneladas anuales en los años en que no hubo sequía. Además de esta clase también siguió comercializando los de grano redondo de tipo japónica. Intensas labores de investigación dieron como resultado nuevas variedades en sus campos de ensayo, contando con 5.000 hectáreas propias de cultivo y un proyecto para la transformación y siembra de otras 4.000.
A pesar de todo lo expuesto, la innovación más importante de Arrocerías Herba ha sido el arroz vaporizado, que le confiere al grano una dureza especial y un intenso color amarillento, junto con una característica especial: que nunca se pasa. Para ello la empresa dispuso de la única planta de este tipo existente en España, con una capacidad de producción de 30.000 Tm/año, inaugurando a principios de los noventa otra con una capacidad de 500 Tm/año, que supondría la mayor de Europa, lo que le permitió procesar gran parte del arroz dedicado a la exportación: el precocinado, especialmente apreciado por los mercados del Centro y Norte de Europa. A todo ello se sumó la decisión de la Comunidad Europea de proteger arancelariamente el arroz índica, lo que convirtió las exportaciones europeas de Herba en un negocio más que rentable. En 2001, antes de la venta a Ebro-Puleva, alcanzaba ya la planta de vaporizado las 50.000 Tm/año.
En 1999 la proyección internacional de Arrocerías Herba no había concluido y abordaba su entrada en el mercado americano con la compra de compañías arroceras del continente. El plan estratégico de Herba establecía que su capacidad financiera para afrontar este reto se cifraba en 15.000 millones de pesetas para los cinco años siguientes. Antes de iniciar esta expansión, Herba decidió poner orden en casa mediante un plan de reestructuración que implicó el cierre de dos plantas y la implantación de una nueva política respecto a las filiales españolas, que pasaron a ser sociedades comerciales. Además, incorporó un nuevo sistema informático, elevando así el gasto de reestructuración a 903 millones, con el fin de lograr un ahorro anual de costes de 537 millones. 
El haber expuesto todo lo referente a Herba en pasado obedece a una razón: el hacerse Ebro-Puleva con la totalidad de Arrocerías Herba[1], con lo que la situación cambió por completo. A partir de ese momento, Ebro-Puleva comenzó a controlar el cien por cien de Arrocerías Herba -de la que hasta esa fecha era accionista mayoritaria, con un 60% del capital- tras la adquisición del 40% en manos de la familia Hernández Barrera, fundadora de la arrocera, por 106,59 millones de euros (17.735 millones de ptas.).
El consejo de administración de Ebro-Puleva decidió esta operación enmarcada dentro de la estrategia que había iniciado hacía algo más de un año con la fusión entre Azucarera Ebro Agrícolas y Puleva, con el fin de buscar para el grupo una posición de liderazgo en su área de actividad (alimentación).
La adquisición supondría –como explicaba la compañía en su momento- la incorporación a sus resultados del año 2001 la totalidad de los beneficios de Herba, lo que podría suponer una mejora de 2,78 millones de euros (962 millones de ptas.) sobre lo predicho.
Ebro-Puleva había previsto para ese año un beneficio neto de 104,8 millones de euros (17.437,25 millones de ptas), con un crecimiento del 57,3%.
Pero la familia Hernández Barrera no abandonó el grupo, sino que compró 4,5 millones de acciones de Ebro-Puleva por 46,49 millones de euros (7.732,75 millones de ptas.), con lo cual pasó a tener el 6,96% del capital, lo que le sitúa como unos de los mayores accionistas de la compañía “con vocación de permanencia a largo plazo”, siendo nombrado vicepresidente del consejo de administración Antonio Hernández Callejas, en aquellos momentos presidente de Herba, puesto que sigue ostentando. 
Ebro-Puleva, con la adquisición, culminó su proceso de consolidación como el primer grupo español de alimentación, su gran reto, consiguiendo el liderazgo en los sectores lácteos, del arroz y del azúcar, e iniciando una nueva etapa de expansión que debe producir ventajas económicas y estratégicas, ya que se han propuesto abordar políticas de marketing conjunto, investigación y desarrollo, de expansión internacional y de búsqueda de sinergias de coste y de actuación.
Según los datos que facilitaba Ebro-Puleva en el momento de la compra, Herba, con marcas como Nomen, La Cigala, Brillante o La Fallera, sigue siendo el líder arrocero de Europa, con una participación del 30% del mercado, mientras que en España controla el 40%.
Herba tiene actualmente una capacidad productiva de 1,2 millones de Tm y cuenta con filiales en Alemania, Portugal, Italia, Reino Unido, Bélgica, Grecia y Francia.
Por su parte, Ebro-Puleva logró un beneficio neto de 12.246 millones de ptas. (73,6 millones de euros) hasta setiembre de 2001, el 23,3% más que en el mismo período del año anterior, mientras que la facturación, que bajó el uno por ciento, superó los 287.000 millones de ptas. (1.725 de euros).
Si unos párrafos más arriba apuntábamos la intención –y la puesta en práctica- de la introducción de Herba en el mercado americano, en estos momentos (julio de 2004), podemos asegurar que Ebro Puleva –cuyo consejero delegado es Antonio Hernández Callejas- lo ha conseguido plenamente al adquirir la totalidad de Riviana Foods, líder en el mercado de arroz de Estados Unidos, mediante una Oferta Pública de Adquisición (OPA) de acciones que supondrá una inversión de 381,4 millones de dólares si acude todo el capital[2]. Con ello se hace realidad la iniciativa comenzada por Arrocerías Herba hace sólo unos años.

Para finalizar, digamos que actualmente (2008) la industria arrocera sevillana    posee una capacidad de elaboración más que suficiente para la totalidad del arroz producido en las marismas, con instalaciones modernas y bien dimensionadas, obteniendo y comercializando excelentes productos. Son de destacar las modernas instalaciones para la elaboración del arroz vaporizado (parboiled), ya comenzadas por Herba hace más de una década. La capacidad total es de aproximadamente 1.000 toneladas de arroz cáscara por jornada de ocho horas, lo que supone una capacidad técnica de campaña cercana a las 270.000 toneladas, consumiendo anualmente una materia prima estimada en unas 170.000 toneladas; además, procesa también una cantidad estimable de arroz producido en Extremadura. (Aguilar Portero, M, 2001).

                                                        La Puebla del Río, 18 de febrero de 2008
                                                                       José Matías González Arteaga


  (El artículo lo escribí para una revista que me lo pidió   en 2008. Al final la revista no logró llevar el proyecto a cabo y yo me quedé con el trabajo hecho. Quiero decir con esto que las últimas actividades de HERBA, que son muchas, no están aquí recogidas, no están puestas al día. Aún no ha visto la luz, y he creído que ha llegado el momento de dejar de estar en el anonimato. Y a quién se las voy a ofrecer como primicia mejor a mis paisanos, Ahí, pues, lo tenéis. Además, creo que a algún estudiante le puede servir en algún momento).





[1] “El Mundo”, 20 de noviembre 2001.
[2] “El Mundo”, 24 de julio de 2004.

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